Pues que no se sostiene por ningún lado: Personajes planos, escenas e interconexión entre ellas cogidas con pinzas, repetición de situaciones adornadas de tópicos hasta la saciedad, actores y actrices a los que en ningún caso les hubiera dado un papel (caso de la rusa de ojos grandes o Mr Lupino: insustanciales, como de peli en Antena 3 por la tarde), primera parte del film soporifera y aburrida hasta decir basta, segunda parte con más cantidad de acción pero con unas coreografías sin "feeling" y metidas a presión, ambientes en algunos casos totalmente alejados del espíritu del juego (véase el descubrimiento que hace Max Payne de su mujer e hijo), y un largo etcétera que me voy a abstener de comentar porque me empiezan a entrar arcadas.
En la parte buena el tiempo bala (lástima que no sirva para salvar el film), algunos ambientes (gélidos en su sempiterna nevada y muy cercanos al videojuego), las potras que salen, y las visiones de Payne (ya veréis a lo que me refiero).
La verdad es que tenía muchas esperanzas puestas en John Moore, pero hubiera aprovechado mejor su tiempo sacando otra temporadita de "RugRats: Aventuras en pañales" y pasando de estropear (como por otro lado viene siendo habitual en esto de las adaptaciones al cine de videojuegos) una historia que merecía ser cosida por otros directores con más tiento y visión. Lástima.
En fin...que las críticas negativas que leí antes de ir a ver la película no estaban equivocadas; es más, se quedaron cortas. ¿Nota? Un cinco pelado y me parece mucho.
Para terminar, hacer un llamamiento a todos aquellos directores que se dedican a coger este tipo de proyectos sin tener ni puta idea, para que dejen de hacerle daño al mundo del videojuego y al arte en general. Ya basta de demoler buenas franquicias a porrillo. Ya está bien.
Aquí debajo...el culpable
Ya he visto "Max Payne" y...
Publicado por remor domingo, 19 de octubre de 2008 a las 18:38
Etiquetas: cine, videojuegos
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